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Cómo afecta la inflación a tus inversiones a largo plazo

Vale, primero que nada, tengo que confesar algo: yo antes pensaba que inflación era solo que las cosas subían de precio y ya. Como cuando vas al súper y ves que la bolsa de patatas que antes costaba 1 € ahora vale 1,40. Y dices «buah, qué robo». Pero en verdad va mucho más allá. Y cuando te metes en el mundillo de invertir, la inflación empieza a sonar como ese enemigo silencioso que te va quitando pasta sin que te des cuenta. Como si tu dinero fuera un globo que se va desinflando poco a poco mientras tú sigues tan tranquilo.

Yo no soy ningún experto, vale, pero me puse a mirar un montón de vídeos, blogs, foros (sí, incluso me leí comentarios de Reddit) y te juro que flipé. Así que aquí vengo a contarte todo lo que pillé, con palabras normales y ejemplos reales. Porque si me ayudó a mí, seguro que te ayuda a ti también.

Empezamos desde el principio: ¿qué es la inflación exactamente?

La inflación es básicamente que el dinero cada vez vale menos. O sea, con la misma cantidad puedes comprar menos cosas. Si antes con 10 euros comprabas 10 cosas, ahora con esos mismos 10 igual solo compras 8.

Pero no es porque alguien te esté estafando (bueno, a veces sí… depende). Es porque, por muchas razones (que si la guerra, que si sube el petróleo, que si imprimen más dinero del que deberían), los precios en general suben. No solo el pan o la gasolina, también el cine, los alquileres, los videojuegos, TODO.

Y aquí es donde viene lo loco: si tú tienes tu dinero parado en una hucha, pensando “estoy ahorrando”, en realidad, estás perdiendo poder de compra poquito a poco. Y eso es por culpa de la inflación.

¿Y qué tiene que ver esto con invertir?

Pues un montón. Porque cuando inviertes, sobre todo a largo plazo (o sea, muchos años), la inflación se convierte en algo que tienes que tener en cuenta sí o sí.

Te pongo un ejemplo: imagina que inviertes 1000 euros en algo que te da un 4% de rentabilidad al año. En 10 años, genial, vas a tener más de 1400 € (más o menos, no me hagas sacar la calculadora ahora). Pero si la inflación en esos 10 años ha sido del 3% anual, lo que ganas “realmente” es solo un 1%. Y si sube más, incluso puedes perder poder adquisitivo aunque veas que tu inversión crece. Suena injusto, ¿no?

Y eso me hizo pensar: “¿entonces para qué invertir?”. Pero espera, que la cosa no va por ahí.

Ahorrar sí, pero no como pensabas

Antes de entender esto, yo pensaba que tener dinero guardado era lo mejor. Y no es que esté mal, ojo. Tener un colchoncito está guay, por si pasa algo raro o urgente. Pero si TODO tu dinero está en una cuenta corriente, o peor, debajo del colchón, es como si se fuera encogiendo sin que lo veas.

Los ricos no dejan que la inflación les coma el dinero. Por eso lo invierten. Pero claro, no es invertir por invertir. Tienes que buscar cosas que te den más rendimiento que la inflación. Si la inflación es del 5%, necesitas invertir en algo que te dé más de eso, o si no, técnicamente estás perdiendo.

¿Y qué cosas resisten bien la inflación?

Aquí viene lo interesante. No todos los activos (que es como se llama a las cosas donde puedes meter tu dinero) se comportan igual con la inflación. Te cuento los que vi que suelen ser buenos en ese sentido:

1. Acciones (de empresas grandes y sólidas)

Las acciones son como trocitos de empresas. Si tú compras una acción de, no sé, Apple, estás comprando una parte pequeñísima de Apple. Si esa empresa lo hace bien, tú ganas dinero.

Lo guay es que muchas empresas ajustan sus precios cuando hay inflación. O sea, si suben los costes, ellas también suben precios, y siguen ganando. Así que sus beneficios se mantienen o incluso suben. Por eso, las acciones pueden ser una buena defensa contra la inflación. Pero claro, también hay riesgo. No es una apuesta segura.

2. Bienes raíces (casas, pisos, locales…)

Este es otro clásico. Los inmuebles suelen subir de valor con el tiempo. Y además, si los alquilas, puedes ir subiendo el alquiler con la inflación. Es como una especie de escudo contra que tu dinero pierda valor.

Eso sí, no todos tenemos pasta para comprar un piso. Pero hay formas de invertir en inmuebles sin comprar uno directamente (REITs, que son como fondos que invierten en propiedades, pero eso ya es otro tema).

3. Materias primas (como el oro)

El oro es como el comodín de los que se rayan con la inflación. Cuando las monedas pierden valor, el oro suele subir. Es como si la gente dijera “paso del dinero normal, voy al oro que no me falla”. No da intereses ni nada, pero te protege.

4. Criptomonedas

Este es un tema complicado. Hay gente que dice que el Bitcoin es como “oro digital” y que protege contra la inflación. Otros dicen que no, que es súper volátil y más bien una apuesta. Yo creo que todavía no está claro del todo, pero si inviertes en cripto, tiene que ser con cabeza y sabiendo que puede subir o bajar un montón.

La clave está en el largo plazo

Una cosa que repetían mucho en todos los sitios que miré era esto: el tiempo es tu mejor amigo.

Si tú inviertes poquito a poco, durante muchos años, aunque haya inflación, crisis, guerras y mil cosas más, probablemente acabes ganando. Lo importante es empezar cuanto antes y no dejar que el miedo te paralice.

Y también, ojo, no te dejes llevar por modas. A veces, cuando hay mucha inflación, la gente se pone nerviosa y empieza a invertir en cualquier cosa sin pensar (hola, FOMO). Eso no es buena idea. Mejor tener una estrategia, aunque sea sencilla: por ejemplo, poner cada mes una parte en un fondo indexado (eso son fondos que siguen la bolsa entera, tipo el S&P 500) y olvidarte del resto. A largo plazo, eso suele funcionar bastante bien.

Pero… ¿cómo sé si le estoy ganando a la inflación?

Buena pregunta, me la hice yo también. La respuesta corta: tienes que mirar la rentabilidad real. O sea, si ganas un 7% pero la inflación fue del 5%, entonces tu rentabilidad real es solo del 2%. Lo que realmente estás ganando es eso.

Así que cada vez que veas los numeritos subir, acuérdate de comprobar también cuánto subieron los precios ese año. Porque si no, puede que estés celebrando algo que en realidad no es tan guay.

Cosas que aprendí (y que ojalá me hubieran dicho antes)

  • No dejes tu dinero quieto mucho tiempo. Incluso si no inviertes en cosas súper locas, tenerlo en una cuenta que te dé algo de interés ya es mejor que nada.
  • La inflación no es solo algo de los adultos. Te afecta también si eres joven, porque todo lo que quieras comprarte en el futuro te va a costar más.
  • Empieza con poco, pero empieza ya. Aunque solo sean 10 euros al mes, lo importante es aprender y coger el hábito.
  • Lee, pregunta, equivócate (pero con poco dinero). Yo aprendí un montón simplemente leyendo foros, viendo vídeos y haciendo preguntas tontas.

Y para terminar…

No te preocupes si al principio te suena todo a chino. Yo también pensé que nunca iba a entender nada de esto, pero poco a poco le vas pillando el truco. La inflación puede parecer invisible, pero está ahí, todo el tiempo, como un ninja que te va quitando poder sin que lo notes.

Lo bueno es que si sabes cómo funciona, puedes hacerle frente. Invertir no es solo para los ricos o los que salen en las pelis. Es para cualquiera que se preocupe por su futuro y no quiera que su dinero pierda valor mientras duerme.

Así que eso. Si has leído hasta aquí, eres un crack. Y si te entraron ganas de aprender más o de empezar a invertir un poquito, pues misión cumplida.

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